A veces me lo pregunto, por muy estúpido que parezca.
Aveces me pregunto si acaso un ser tan diminuto puede distinguir entre el bien y el mal, o si, tal vez, tiene conciencia. Yo creo que no. ¿Pero quien sabe?
Quizá en el fondo piensen como tú y como yo, quizá piensen en lo feos que somos los humanos, y en lo crueles que podemos llegar a ser. Quizá no sean capaces de olvidar sus errores, quizá les den vueltas como chicles que ya han perdido su sabor.
Pero viendo una mosca así, como todo el mundo; un bicho inservible, feo entre los feos, está claro que no piensan. Se limitan a seguir viviendo, a sobrevivir de aquellos seres pensadores.
¿Sabes? En ocasiones quisiera ser una mosca.
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