Un segundo.
La vida es eso, un segundo.
Una sucesión de imágenes a cámara rápida.
Una sonrisa, un lugar, una punzada de dolor, un sonido familiar, un olor.
Todo se reduce a eso.
Al tacto de tus sábanas por la mañana, a las caricias dadas y recibidas.
Al romper de las olas en la playa de la Zurriola y al gusto de un helado en verano.
Un momento de duda y una decisión bien tomada.
Tu canción favorita, el primer amor, tu mejor amiga, una frase inolvidable.
La infancia que olvidaste a medias. Una enfermedad incurable. Unos ojos tristes.
El olor de la hierba recién cortada, una jornada larga con tus amigos, un viaje, culturas.
Tus padres, hermanos, primos, marido, mujer, hijos, nietos.
Eso.
Lo que quiero decir es, que el tiempo pasa rápido. Aprovecha cada segundo de tu vida, vívela para que el día de tu muerte recuerdes todo lo hecho y sonrías satisfecho.
Perdona los errores de otros, olvida los tuyos, busca tu lugar y sobre todo, sé FELIZ.
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