lunes, 26 de septiembre de 2011

sentimientos encontrados.

1 palabras libres


Hoy me siento mal. Bueno, mal no, agotada. Y todo gracias a ellos.
No sé lo que quieren de mí ni lo que esperan que les diga, porque todo esto ha sido derepente, en un abrir y cerrar de ojos. Solo pido que me dejen en paz.
¿Sabéis lo que se siente cuando todos necesitan tu ayuda a la vez, y tú no sabes qué hacer? Es una sensación agotadora, ¿verdad? Pues así es como me siento. Sin fuerzas para contestar.

También me siento decepcionada, y esto es por ti, si. Cuando te veo agacho la mirada y evito el contacto visual, giro la cabeza en otra dirección, o cruzo la calle. Cada vez que me hablas siento algo en el estómago; incluso he llegado a temblar. Es lo que provocas en mí; me pongo nerviosa, me impides pensar con claridad. Tengo miedo de lo que pueda decirte.

Me siento decepcionada conmigo misma por no afrontar las cosas como son, por ser cobarde. Por no contarte lo que siento y por darle demasiadas vueltas. Me niego a ver, mejor dicho, a creer en las evidentes señales que me mandas. No acabo de tragarme esas sonrisas y esas maneras que muestras ante mí.
Sé que siento algo respecto a ti, pero no puedo aceptarlo. Y no me preguntéis por qué. Espero reconocerlo algún día, y poder dar el paso. Pero ahora mismo me es imposible. Estos días el valor está ausente.

Por último me siento agradecida a esas personas, amigas, que me escuchan e intentan hacer esto más llevadero. Que me hacen reír a carcajada limpia de esas cosas que antes no me habrían hecho gracia alguna. Esas que te aconsejan, aunque ni ellas mismas saben lo que hacer. Esas que me animan en estos días. Muchas gracias, aunque no os lo diga muy a menudo, os las doy de verdad. 


domingo, 18 de septiembre de 2011

0 palabras libres
Trago la brisa de la madrugada fría, resignada. Pasa otro día más sin saber nada de ti, otro día de decepción, de una sensación de olvido increíble. Me siento estúpida, esperándote, sin recibir respuesta. 
Y he tenido miles de oportunidades, miles, pero ninguna ha venido de tu mano. 

La verdad es que ya no tengo claro si te quiero, o si esto es pura rutina. En mi mente se dibujan los momentos en los que creí que había amor, y poco a poco entiendo que el amor nunca existió, que era solo un juego tuyo. Que te reías de mi.
El cielo se me viene abajo, ahora mismo me da igual seguir que parar, reír que llorar, morir que matar. Ojala se reviente el planeta y se salven todos menos yo. Pienso en acabar con todo, cortar por lo sano. Quizás sea lo mejor. Y que el mundo se vaya a la mierda un poco.

Lo único que pido es una puta señal de que sigues ahí, una explicación, o una excusa creíble, al menos. Creo que no es mucho lo que pido. 
Dámelo y te dejaré en paz, dejaré de pensar en ti. Así me haces un favor.

martes, 13 de septiembre de 2011

1 palabras libres
Odio la distancia. Muchos dicen que es posible amar aunque estés a cientos de kilómetros de él, que ahora la tecnología es avanzada y que puedes estar en contacto. Pero, si os digo la verdad, echo de menos sus caricias, el tacto de su piel, poder ver su increíble sonrisa en directo, oír su voz pronunciando mi nombre. Incluso un simple abrazo suyo en mis momentos de bajón. Lo echo de menos a cada momento del día, y lo peor es que no puedo hacer absolutamente nada.

Es una sensación de impotencia, estoy frustrada, y no sé muy bien qué es lo que debo hacer. ¿Tiro la toalla? Sé que lo nuestro es complicado. Sé que soy idiota imaginándome una vida con él, sé que es imposible, sí. Y cada vez lo es más. Si fuera por mí ya estaría con él, en sus brazos, susurrándole a su oído mis “te quieros”. Como él dice, somos como Romeo y Julieta, separados y torturados por un amor imposible, y tengo la certeza de que esta historia irremediablemente también acabará mal.

Sigo queriéndolo, sí, pero algo me dice que esto se está apagando, que la llama del principio, la ilusión, los escalofríos al verle, esa sensación de nervios cuando hablábamos no es tan fuerte, y que la distancia tiene la culpa. Si pudiera estar con él pondría un olor a su nombre. Una sensación. El mar nos separa, vivimos en un continente diferente. Y aún así, tonta de mí, sigo enamorada de él. Sigo esforzándome cada día por que esto no muera, sigo tratando de mantener esto como si fuera el inicio. Ahora lo único que puedo hacer es esperar y soñar, pues los sueños son nuestro único lugar de encuentro.

Oh, Romeo (L)

domingo, 11 de septiembre de 2011

2 palabras libres


Tu huella ha sido borrada por las olas. Lo único que me queda de ti esta dentro de mí: el tacto de tu piel, tu sedoso pelo, esos ojos de color cielo increíble y esa sonrisa que nunca podré olvidar, vivos, más que siempre en mi mente. Una y otra vez, la misma secuencia, buscando un detalle, intentando encontrar el por qué. Pero en vano, no encuentro nada. ¿Por que te has ido? ¿Por qué me has dejado aquí después de lo que me dijiste anoche? ¿Después de lo que prometiste? No lo entiendo.

Ahora me encuentro solo, sentado en el borde de una roca, al borde del abismo, del mío, mirando al mar. Observo el movimiento de las olas, adelante y atrás, borrando cualquier rastro. Implacables.
Dentro de mí, como una horrible melodía, me atormentan las palabras que pronunciaste, esas ya perdidas en la brisa: Te quiero. Una y otra vez, sin cesar.
Siguen vivas tus caricias, tu risa aguda, tu olor, que taladran mi cerebro sin compasión.
Una puta tortura.
Todavía pienso en el día en el que nos conocimos.

Teníamos todo el mundo en nuestras manos, tú y yo, y ahora solo perduran las cenizas de esos días. Tampoco, las ha llevado el viento. Como a ti.

Me duermo, con la esperanza de que algún día volvamos a vernos, y sueño con tus ojos, tan azules como el cielo.
0 palabras libres


Tormentas de palabras cruzan las calles vacías, palabras de miedo,
Un torrente de silabas malditas, y de letras odiadas y temidas.
Sombras de días sonrientes, que se tornan en polvo molesto que ciega nuestros ojos.
Ventanas y puertas cerradas a la espera de que la calma toque sus timbres,
A la espera se que todo llegue a su fin. 


Veo tu reflejo en un espejo roto, En las sombras de una tarde de verano
En el olor de mi ropa, En mi corazón

Veo tu reflejo cuan un espejismo que vaga por las laderas de mi mente
Y tortura los recuerdos, los consume.

Veo tu reflejo y no puedo evitar pensar que algún día cerrarán mis heridas
Y podrás desaparecer como un vendaval de mares vacíos en las luces de un amanecer roto
Antes de que los ecos de la noche puedan volver a esta ciudad quebrada.


PD, siento la ausencia. Estoy trabajando en una novela y no he tenido tiempo. Os recompensaré. Siempre vuestra, 
Alma.

Mi foto
"Brota tinta cual sangre por los recovecos de su mente. Los ojos bañados en letras enredadas, su corazón agarra el timón. Hoy la inspiración la encerró entre cuatro firmes paredes. El papel grita su nombre al sentir el tacto de sus dedos. Un impulso la hace temblar. Un impulso que la obliga a escribir." Me gusta escribir, mucho. Creo que es la mejor forma de expresar tus sentimientos, y mostrarlos a todos sin que averigüen lo que no quieres. Escribir es libre; puedes escribir de amor, deportes, lugares, incluso olores. Solo hay que cerrar los ojos, y disfrutar.
-¿Y tú tienes algo con ella?

+No.

-¿Pero te gustaría?

+¿Por qué te preocupa de repente mi vida privada?

-No sé nada de ti.

+¿Y crees que eso es malo?

-Depende de lo que quieras ocultar.

+A veces la ignorancia puede convertirse en el mayor de los regalos...

-Tienes muy poca fe en las personas.

+Y tú demasiada.

-Todo el mundo tiene algo bueno.

+¿Y si... todo lo bueno que uno tuviera fuera otra persona?... Alguien diferente a lo que uno es. La única persona que podría hacer que esta vida mereciera la pena...

-Entonces, esa persona sería el ser más feliz de este mundo.

+No lo creo. No cuando descubriera cómo es en realidad el que depende de ella.

-¿Y si no le importara?

+Eso solo ocurre en las novelas o en las películas; La realidad es bastante más complicada.

-Depende de quién la viva.

Pregunta a Alma;)


Soy tu reflejo, pero en un espejo roto..