Tu huella ha sido borrada por las olas. Lo único que me queda de ti esta dentro de mí: el tacto de tu piel, tu sedoso pelo, esos ojos de color cielo increíble y esa sonrisa que nunca podré olvidar, vivos, más que siempre en mi mente. Una y otra vez, la misma secuencia, buscando un detalle, intentando encontrar el por qué. Pero en vano, no encuentro nada. ¿Por que te has ido? ¿Por qué me has dejado aquí después de lo que me dijiste anoche? ¿Después de lo que prometiste? No lo entiendo.
Ahora me encuentro solo, sentado en el borde de una roca, al borde del abismo, del mío, mirando al mar. Observo el movimiento de las olas, adelante y atrás, borrando cualquier rastro. Implacables.
Dentro de mí, como una horrible melodía, me atormentan las palabras que pronunciaste, esas ya perdidas en la brisa: Te quiero. Una y otra vez, sin cesar.
Siguen vivas tus caricias, tu risa aguda, tu olor, que taladran mi cerebro sin compasión.
Una puta tortura.
Todavía pienso en el día en el que nos conocimos.
Teníamos todo el mundo en nuestras manos, tú y yo, y ahora solo perduran las cenizas de esos días. Tampoco, las ha llevado el viento. Como a ti.
Me duermo, con la esperanza de que algún día volvamos a vernos, y sueño con tus ojos, tan azules como el cielo.
Me alegro de que hayas vuelto (:
ResponderEliminarMe ha encantado la entrada, tan tierna, tan dulce, tan presiosa, de esas que consiguen hacerme suspirar <3
Un besazo enorme!
Vampii!
ResponderEliminarbuff.. sí, yo también me alegro de volver a nuestro pequeño mundo después de tanto tiempo. He estado ocupada en un proyecto que tengo entre manos.. jaja:)
Me tengo que pasar urgentemente por tu blog!
Muchas gracias por tu comentario, siempre me alegra que alguien como tú se tome el tiempo de leer mis entradas y estar pendiente de ellas. Muchísimas gracias por todo, de verdad.
Un besazo cariño!